No hace el signo exactamente como se lo he enseñado, ¿qué hago?
Pues lo mismo que en la lengua hablada: ¿verdad que no cambiaría “llalleta” por galleta o “leloz” por reloj en su forma habitual de hablar? Con los signos debería seguir el mismo criterio. Los niños creen que hacen lo mismo que hacemos nosotros: si empezamos a cambiar les podemos confundir.