Posibles confusiones entre signos

Cuando nos centramos demasiado en lo que queremos que diga y no en lo que le interesa o nos quiere decir, podemos confundir signos. Por ejemplo,  estamos en la playa y vemos el sol ponerse y en ese momento hacemos sol. Pero no nos hemos fijado que el pequeño o pequeña tiene la mirada fija en la pelota de delante de sus ojos. Seguramente signará “sol” para referirse a una pelota. Estas confusiones son frecuentes en la adquisición del lenguaje, también el hablado, y simplemente hay que estar atento, nuevamente, al significado que le da a un signo cuando lo hace.